miércoles, 24 de enero de 2024

Carrera de obstáculos

 No se sabe cuántas trabas más nos depara este camino, trámites y oficinas cerradas por las ferias (vacaciones). Mientras tanto encontrar un diseñador acá no es tan fácil como en Porto Alegre, donde en una esquina varios diseñadores gráficos compartían un local a la calle, con una vidriera que te invitaba a pasar, y te atendían en vivo y en directo, en carne y hueso, no detrás de una pantalla.

Esto es emigrar, esto es empezar desde cero. Milei fue un deseo para volver pero Argentina estalló peor en precios e inflación, producto del gobierno K. No sé cuándo harán medidas para la gente normal, trabajadora, clase media, los que no reciben un subsidio, los que aman su país aunque estén lejos.

Ayer a Juli le anunciaron que terminaba su contrato de trabajo, justo después de hacer una venta por 2100 reales. En fin, estaba  contratada por una agencia, y querían cerrar su contrato temporario. Aunque la juguetería estaba súper contenta de su labor, de sus ventas y de cómo atendía a la gente, hablando tres idiomas, portugués, español e inglés. Fue un golpe bajo, me quedé estupefacta, pero no se puede ir en contra del destino. Hay que aceptarlo y seguir adelante.

Hoy estamos en el proceso de nuestro emprendimiento, aunque sigo acordándome de mis hermanos y de cómo robaron mi plata, cómo cuando acababa de pasar la muerte de mis padres en un lapso de dos semanas, los buitres eran de lo que se dice "de mi sangre".

Hoy estoy aquí, hoy deseo que todo mejore, que la Justicia exista, que Dios nos ampare, y que podamos resurgir, hacer nuestro invento, y formar una empresa que dé frutos, ganancias, dinero, y que a través de ella hagamos el bien para mucha gente en el mundo entero. Dios y el Arcángel Miguel nos den fuerzas.

Gracias totales.

sábado, 6 de enero de 2024

Despierta, despierta!

 Anoche después de dar vueltas bajo la lluvia, buscando hotel, metiéndonos en calles equivocadas o en contramano, de perdernos y encontrarnos en frases como mensajes subliminales, decidimos volver a la estación de servicio Ipiranga, y pasar la noche ahí, durmiendo en el auto, con Pompón, nuestra gata amada, en plena capital de Florianópolis.

Al amanecer con la luz de sol, tipo velador flotante infiltrándose por la ventanilla del auto, nos despertamos para arrancar sin café. Hice unos estiramientos y flexiones junto al auto, con la puerta abierta, para evitar la masterclass. 

Preferimos atravesar el puente y hacer la salida de la ciudad antes de que la gran urbe despertara. Ayer, luego de haber visto los monos tití, de pasear a Pompón, de almorzar en un bar y salir corriendo porque la alarma del auto sonaba, porque mi  gata había quedado durmiendo con las ventanas abiertas, la llevé con su correa en ese pequeño restaurante tropical de argentinos en la zona límite de Canasvieras con Canasjuré, donde le convidaron agua, y salieron a mimarla. Allí, es una zona más alejada, donde la naturaleza se confunde con edificios estéticamente generosos. 

Pues bien, había llegado la hora de tomar coraje y manejar sola, con Pompón acostada en el asiento de adelante, y el auto repleto como el de los Picapiedras hasta el techo. Tenía que atravesar desde el norte hasta el centro de la isla de Santa Catarina, y llegar al Beiramar Shopping donde trabaja mi hija. Era un desafío, pues el tráfico es veloz y abundante, se colapsa al igual que la capital de Buenos Aires para que tengan una idea. Pompón suele llorar en los viajes pero esta vez tenía sueño y parecía que supiera que era vital su silencio para manejar tranquila, no sólo por el tránsito, sino porque la autopista se va abriendo en abanicos, y tenés que estar cerca del carril correcto para no equivocarte según lo que te avise el gps. 

A la altura de la ciudad de Joao Paulo el cielo era una mezcla de grises casi renegridos, hasta que comenzó a llover, y de repente casi no se distinguían las franjas blancas de la autopista, sólo atiné a seguir a los autos experimentados. Más de 60 km por hora no se podía ir, por la lentitud del tránsito. No podía creer cuando vi que ya casi llegaba a destino, lo rápido que había sido todo y aproveché a cargar nafta enfrente del shopping y esperar estacionada ahí, las tres horas que faltaban para las 10 de la noche, cuando saliera Julieta. Les pedí que revisaran el aceite y el agua del coche, y después lo estacioné. Cinco minutos después se largó a llover con todo, por suerte estaba bajo techo. 

En ese trayecto me despedí de la isla, le agradecí lo que nos dio en este tiempo y sabía que la opción que nos quedaba era atravesar al continente para conseguir un departamento en alquiler. Eso hicimos y esperamos desde las 6 y 30 a las 11 horas,  en una calle empinada, para ver una kitnet en el barrio de Estreito. Aproveché a llevar a Pompón a un césped muy bonito de un condominio hasta que comenzó a lloviznar de forma intermitente. Cuando se hizo la hora, Julieta fue a golpear la puerta del esperanzado refugio. La lluvia era tal, que  a través del parabrisas, todo se desdibujaba como en un zig zag de pinturas modernas. Las siluetas de las columnas, del único árbol de la cuadra, y del paraguas rojo de Juli se deformaban como figuras de un juego surrealista donde nos preguntábamos si aún Brasil era nuestro lugar.

Cinco minutos después Juli volvió con noticias desalentadoras, el depto estaba lleno de goteras y la mesada de la cocina arruinada la tenían que cambiar. Por lo tanto, nuestra segunda opción, como la canción del grupo No te va a gustar, era un hotel del barrio de Coqueiros, en el que nos alojamos luego.

La cuestión es que me desperté hace un rato, estaba soñando que estaba charlando con Mario, que estaba sentado a mi izquierda, en esas típicas juntadas de secundaria, en la que solemos ser ocho o diez compañeros, y cuando voy a volver la mirada nuevamente, Mario ya no era Mario, sino que se había transformado en la imagen tal cual de mi padre, con su cabello canoso y un suéter marrón jaspeado, tenía en sus manos una foto donde yo estaba con una camisa blanca y negra, que había sido tomada en la radio cuando yo hacía el programa La perra verde por FM en Tránsito, en Castelar, en 1993. Inmediatamente me desperté, sabiendo que es un mensaje de mi padre, de mis guías espirituales, de decisiones impostergables.


domingo, 18 de junio de 2023

Vuelve a escribir, y píntate el alma

 Te extraño blog, no te podía encontrar. Pero aquí te tengo en mis manos. Sorprendida de lo que he escrito, en mi presentación.

Hoy otra dimensión, otro lugar, aunque algo de lo viejo me arrastró a sensaciones que no sirven, que atascan. Una historia que parece no terminar, la herencia y los audios de mi hermano que no tengo ganas de escuchar y que postergo. Pero esto me consume energía, cierta angustia de algo que no se resuelve, esa incómoda información sensorial de que te quieren pasar por arriba, de que te quieren convencer de lealtad, cuando han robado y temen que se les corte el chorro.

No quería saber más de esto. Tengo cosas por resolver y ésta es una más en el tintero. Pero la tinta es roja, es sangre, es linaje.

Quiero cortar el apellido, no usarlo o simplemente reinventarme para no recordar todo lo que ha pasado. Mis padres en el cielo ya hace más de dos años. Sus señales, sus recuerdos, y esta vida nueva aquí en la praia.

Necesito escuchar pero es como que hay un plato servido desde hace diez horas, que lo he corrido a un costado porque no lo quiero probar.

Pero tengo que examinarlo, saber de qué se trata, aunque no lo pruebe, aunque me produzca náuseas. Y acá no venden Hepatalgina. 

Aquí sólo hay paz, un idioma nuevo que algo entiendo, un departamento de paredes débiles que se escucha que están teniendo sexo, un frío inusual donde no hay estufa, y un mar que siempre me está esperando a media cuadra.

Valor. Tendrás que escuchar el audio. No se puede tapar el sol con la mano. Ni hacer como si nada hubiera pasado. 

Todo ha sido muy duro. Pero has logrado salir del estancamiento, así que no vuelvas a estarlo.

Sana tus heridas. Enfrenta la incomodidad. Ellos están lejos. Ya nada puede hacerte daño.

domingo, 7 de agosto de 2022

Vínculos perdidos

 Las cartas puestas sobre la mesa. No sé qué debería hacer. Sé dónde ya no pertenezco. Dejar todo y perder lo único que me une a ellos. El duelo se termina cuando me vaya de este lugar? 

Porqué tanto ensañamiento? Tanta maldad. Era mi hermano, al que le hacía los deberes, al que ayudaba.

Tendré que olvidar. Empezar de nuevo. Reconstruírme. 

Dios está conmigo, Dios nos va ayudar.

miércoles, 9 de febrero de 2022

Buscar un suelo firme

 Ayer tuve la ilusión de que venía por mí, pero no era así, un sabor a decepción sentí cuando se iba de casa. Visita de médico. Desesperación por la plata. Así quería a nuestros padres? Ni los visitaba, excepto tres veces al año. Hoy todo le suena a moneda. 

Dios, cómo duele Mamá. Cuando me quedé sola hasta pude percibir ese gesto típico de Papá cuando se ponía a ver la tele, con ese gesto de desaprobación por lo que acababa de pasar. No sé si era por ver que el mayor era tan materialista, o porque la del medio quería dejar todo e irse a Brasil con su hija. 

Ni idea. Sólo sé que ahora el menor parece que no me habla. Igual que los desprecios que le hacía a Mamá antes de su enfermedad. Pobre mami. 

Y yo ahora a punto de irme, pero está actitud me hace abrir los ojos. Mejor ordenar las cosas, antes de irme. Cuánto dolor, cuánta sorpresa injusta. Parece que el pronóstico de mi carta natal astrológica es una advertencia lisa y llana.

Brasil, dejar todo, Dios nos guíe, así puedo hacer el gol inesperada. Cuánto los necesito Father&Mother!



lunes, 13 de diciembre de 2021

Escape en Navidad

 Cómo hago para no llorar pensando en la fiesta de Navidad. 

Papá te quiero, sabías?

No sé si puedo aventurarme en la ruta. Poder, puedo.

Colón, Mar de Plata, San Clemente del Tuyú...

Cualquier cosa para no estar acá, solas.

No sé, igual estaremos solas en otro lugar.

Ya lo vivimos unas vacaciones, y sólo extrañé estar en familia.

Familia. 

Algo que cambió.

Algo que perdimos.

Mother, se te ocurre algo que hagamos?

martes, 30 de noviembre de 2021

Tres hermanos

Ayer un amigo de papá me escribió para pedirnos permiso para poner una foto de nuestro padre en el encuentro anual de avicultura que dura tres días, en Costa Salguero, para rendirle un homenaje. Obvio que está más que autorizado, y esto me inundó de lágrimas. Antes de esto, se acababa de enterar de la muerte de mi madre, y me preguntó cuándo había sido: exactamente 14 días después de Father.

Un rato después suspendí la terapia del día de hoy, que además de cara, me angustiaba. Bueno, a otra mariposa, o a otra flor, ya no me acuerdo cómo era el dicho.

Horacio, el chico de enfrente, mi vecino de la niñez, es el que ahora suplanta a David. Con la diferencia que éste me cobra, y no se pone cariñoso. Estoy tranquila así.

Reparó la pileta, la pintó, y arregló un par de cosas. Hace años que no se llena porque en el barrio había poca presión de agua. Esperemos que se llene, porque eso hasta el momento no ha cambiado. Aysa, mañana corta el agua por reparaciones en la zona, quién te dice que se produzca el milagro?

Milagro soy yo, por efecto de Alco Liniers, que estoy haciendo mi dieta. El sábado fue la primera reunión presencial después de un año y ocho meses de pandemia. Sin embargo, yo había dejado antes, en 2019, por una cotilleria (como dicen en la serie española que veo por las tardes).

Esta mañana el sol está radiante. El cielo está claro, celeste, lleno de promesas para ser cumplidas por las personas que apuestan a vivir más, a vivir con alegría, a no juzgar y aceptar nuestros tiempos, nuestras sincronizaciones de amor, de perdón, de hermandad.

miércoles, 24 de noviembre de 2021

Dame la mano

 Esperé 25 minutos el colectivo, y habiendo lugar, no  me abrió. Ahora en otra línea, llegaré con retraso. Podría haber una opción mejor? El tren, pero no quería ir como sándwich.

Volvamos a lo importante. Hice la lista, la que me sugirió la psicóloga, y sugerencia que descubrí de mi padre ya no estando en el mundo físico.

Vuelvo y me hago Scleranthus. El sábado arranca Alco Liniers, por suerte, lo estaba necesitando. Bajar de peso. Ponerme en órbita. Tomar decisiones. Arreglar los pendientes de la casa. Aprender el teclado y clases de pintura, están en ese listado.

Soñé con el 24, y las decisiones previas, estaba mamá en ese sueño. Esto me tiene intranquila y no quiero que la falta de planeamiento haga todo más lluvioso. 

Meterme dentro de mí y escucharme. Hacer que las cosas sucedan. Es parte de atravesar esto que nos pasó a todos. Podría pensar que nada ha pasado, que puedo superarlo. Que es sólo una fecha en el calendario. Qué la vida es más que eso. Qué si el jarrón se cayó, buscaré en el jardín la forma de cultivar flores de ensueño. Algo debo aprender con esto. Evolucionar como ser humano, como ser espiritual. Para eso vine, no? No para ahogarme en un vaso de agua. Tengo fuerza, siempre la tuve. He superado tantas cosas. Tengo la preparación para hacerlo. Tengo la capacidad física y mental de reconstruirme aunque sienta que en algunos momentos me estoy desmoronando.

Es por mi libertad. Es por aprender a ser feliz. Es por ellos que estarían diciéndomelo, con su verdad, con su corazón, con su alegría. Tú puedes. Just do it.



lunes, 18 de octubre de 2021

Por un nuevo horizonte

 Cómo hago para continuar, cómo se hace cuando la familia es un WhatsApp por la granja, tiene sentido seguir estando en el país?

No quiero ser el muro de los lamentos. Pero al pan pan, y al vino... No vino nadie, ni para el cumple de Juli que coincidió con el día de la madre. Mis hermanos con sus respectivas familias, igual que en Pascuas. Es una realidad dura, pero es ésta, otra no hay. Si no fuera por la pandemia que aún te hisopan para cruzar a Brasil, y por nuestras gatas, ya estaría allí.

Okey, está bien, sé que quiero todo ya, pero haré como esa pareja que estudiaban en mi clase de portugués y planearon por siete años mudarse a Brasiú (así suena en portugués). Creo que es lo único que me motiva, una aventura, esas pilchas originales con esas telas frescas, esos diseños, todo de muy buena calidad. 

Escribir el plan, los pasos a dar, objetivos, metas, cómo se llame, pero por escrito. Sello y firma del universo. Hoy sólo quiero brillar, porque tengo que repuntar. Mi vida tiene que ser otra más linda, con alegrías, ilusiones, sueños. Ángel de la Guarda, dame una ayuda. Las cosas tienen que mejorar!

jueves, 23 de septiembre de 2021

Baño de mar

 Cumplí años el sábado, vino mi grupo de compañeros del parro, nos conocemos desde los 12 años. Mily, Fabi, Mario, Gaby, Mabelita, Marito. También se agregó David, un rato, en su break de trabajo. La pasamos bárbaro. Es que con ellos hay una complicidad, que no se compara con nadie. Nos conocemos tanto...

Ahora voy a ver a Ro, acabo de salir del consultorio. Ella es experta en este tema, que fue como un golpe bajo, no por el hecho en si, que algún día iba a ocurrir, sino por cómo lo dijo. Juli dijo que se quiere ir a vivir sola, si nos vamos a Brasil, y lo más cómico que se lleva una de las gatas. Sí, suena ridículo este detalle, frente a la noticia bomba, pero así somos los de Virgo, detallistas.

Y Ro tiene tres hijos, ya todos marcharon de su casa. Es que no me lo imaginaba así. Pensé vivimos en Brasil, se enamora y se va. Pero lo dijo tan crudo. Es que yo le había dicho que armaramos una combi motorhome para recorrer con las gatas la costa brasilera y después decidir dónde quedarnos. Ella es de Libra, pura estética, que no iba a tener una ducha a mano. Bueno... Nos bañamos en el mar, y qué?

domingo, 12 de septiembre de 2021

Votando mi destino

 Venimos a votar. Regalé un libro a mi paciente. Si algo cambiaría en ese libro es que además de pedirle a los seres del reino angélico, también podemos pedirle a nuestros seres queridos que murieron, porque ellos nos escuchan, nos cuidan, nos protegen.

Hoy hermoso día de sol. Mis hermanos siguen con la idea de reunirse, si quieren vender la casa de mis padres, yo me voy a Brasil. 

Esa decisión es la que más golpea las puertas de mi mente, es correcto ese destino? Me irá bien allí? Tendré trabajo? Amor y amigos?


martes, 31 de agosto de 2021

Brasiu

 Mamá estaba en el hospital, ese mediodía en que estábamos los tres. Ya les había dicho que me quedaba a vivir en Merlo. Uno me miró en silencio, no dijo nada. El otro dijo que me fuera a mi casa. Lo que no entendían ellos, es que esa casa era lo único que me recordaría a ellos. 

Cinco meses después, ayer, les dije que si querían,  vendieran la casa, pues ya estaba harta de las indirectas.  Les hice saber que para nosotras estaba llena de recuerdos, y que era muy duro desprendernos. Lo cierto es que ellos venían dos o tres veces por año, y nosotras todos los fines de semana.

Nuestros domingos acá, nuestros almuerzos, la charla con mamá en la hora de la siesta, que papá aprovechaba a descansar. Las cinco o' clock cuando él se levantaba sonriente. La merienda, el abrazo de ambos con su nieta, las gatas traviesas que no la dejaban pintar a mamá su cuadro del momento, si primero no las acariciaba. Tantas cosas. Nuestras charlas en el parque donde el verde y el cielo nos reconfortaba.

Así que les dije, si quieren vender, nosotras nos vamos a Brasil. Pues, el que se sintió más culpable lanzó dos speech

en audio, el otro sólo dijo que había que pensar muy bien nuestro destino.

Yo sólo quiero estar en paz. Mi psiquismo lo requiere. Los perdí a ellos, y si ahora es más importante un montón de plata que un hogar, nuestros valores no son los mismos.

Lloré un montón, pero no quiero quedarme a ver cómo se desmiembra esta casa. Nos mudamos aquí un 19 de septiembre de 1974, al día siguiente que yo cumplí 10 años. Ya tuve el duelo con mis padres, y si ahora tengo que partir de este lugar, el duelo será aún más contundente, más crudo, más voraz.

Irnos es perder todo lo material, porque  no podemos llevarnos nada, ni de la casa de mis padres, ni de mi casa, pues muy pocas cosas entran en un auto. Y tampoco vamos a hacer una mudanza, el costo no tiene sentido.

Quiero desprenderme de todo lo que me hace mal. Quiero elegir mi lugar de destino. Un lugar en el mundo para estas dos viajeras, estas almas nobles que intentan ayudar a la gente (Juli con el tarot, yo con la psicología y las Flores de Bach), algún hermoso lugar del planeta nos está esperando.

Allá vamos.

viernes, 27 de agosto de 2021

Dos almas nos cuidan desde el cielo

 Quiero contarles que perdí a mis padres con dos semanas de diferencia, por covid. Mi papá el 21 de febrero y mi mamá el 7 de marzo de este año.

Qué te puedo decir... Una catarata de sensaciones, de sucesos, de incógnitas.

Papá nos llevó el auto que nos regaló a mi hija y a mí, el 29 de Enero. Esa tarde calurosa, mágicamente floreció un jazmín. Pensamos con Juli que era una señal, porque las últimas flores las había dado en noviembre, no sé si en diciembre. Charlamos esa tarde los tres, barbijo mediante, y papá planeó hacer la V.T.V. con Julieta. Nos despedimos. No lo vi bien. Al otro día cayó enfermo, durmió 15 horas, y mamá no lo podía despertar. No sabíamos que era el primer síntoma de coronavirus. A los seis días lo intubaron. El día que fui a verlo, sólo pude rezar detrás del vidrio. Volví a casa para comer fugazmente porque tenía que rendir el teórico de manejo. Al terminar el último bocado, sentí su presencia. No dije nada y levanté mi plato. Al volver a retirar el resto, Julieta estaba llena de lágrimas. Ella también había sentido su presencia.

Cuando me fui a rendir, sentí que él estaba conmigo, parado a mi lado, con sus clásicos vaqueros y su cara de porqué hay que esperar tanto. Al otro día, sábado, fui a verlo, y cuando me fui sentí una angustia y una sensación de no volver al hospital al día siguiente. Y al otro día, de madrugada, murió. 

Juli dice que sintió esa noche en su propio cuerpo, tos, y una extraña experiencia de que algo se salía por la boca. Dicen que el alma entra por la boca al nacer, y quizás salga por ese mismo sitio al morir.

Seis días después interné a mamá, después de cuidarla en su casa. Mamá estaba bien hasta saber la muerte de papá, 62 años juntos, 18 ella y 25 él, al momento de casarse.

Mamá no podía respirar, pero no quiso intubamiento. Oscar y yo entramos a verla un miércoles. Fue la despedida para mi hermano. El 26 de febrero saqué el registro, un viernes. El 6 de marzo tomé coraje y me subí con Juli a manejar hasta San Justo. Vi a mamá y la acaricié, le hablé y le recé. Sentía una necesidad de cantarle.

Al día siguiente, fui otra vez con Juli, y su mano se aferró a la mía, y a pesar de la morfina, levantó una ceja cuando le nombré a todos sus nietos. Y al final canté, con una fuerza y una entonación extraordinaria. La canción fue Quiero tener un millón de amigos, de Roberto Carlos. Será que escuchábamos ese vinilo de chicos porque a ella le encantaba. Salí contenta y cuando llegué a casa los celulares no paraban de sonar. Julieta insistió en atender, me pasó el teléfono y me comunicaron que mi mamá había fallecido.


martes, 25 de mayo de 2021

Chances al otro lado del planeta

 Mudarme o viajar. Vivir en el extranjero, en una ciudad bonita o en una playa donde pueda dar vuelta la página.

Escribir es mi metier. Mi forma de soltar eso que está ahí, para reciclarme y resurgir.

Acción, reacción, motor en marcha.

Salir al encuentro de cosas nuevas.

Encontrar esos amigos que te tocaban el timbre cuando no existía celular.

Hoy necesito todo eso. Un cambio, un viaje, un plus para reencontrarme. Para salir de esta burbuja interminable. 

Quiero soñar con nuevos horizontes, con nuevos planes, con que la oportunidad es en otro paisaje.

sábado, 22 de mayo de 2021

No te mueras con tus muertoss

 Perdí a mis padres en dos semanas. El covid se los llevó. Mi madre fue la última. Su mano se agarró a la mía a pesar de la morfina y el respirador. Le hablé, le rezé, y no sé porqué sentí esa necesidad de cantarle, de darle música, y el estribillo de Roberto Carlos vino a mí mente, y se lo canté tres veces con una fuerza indescriptible. Ella lo sintió. "Quiero tener un millón de amigos". Ella me dio coraje para manejar porque quería verla. Dios, cuánta fuerza había en mí en ese momento. Esa tarde, después de cantarle así, llegué a casa y sonó el teléfono. Era del hospital, mí mamá había fallecido.

Dos semanas antes, murió papá. Estaba intubado. Tres días antes, cuando volví del hospital, sentí su presencia en casa, al mismo instante, que lo percibió mi hija, porque se le caían las lágrimas, esas cosas que le pasan cuando siente la presencia de un alma.

Tuve señales de mi mamá muchas veces, preocupada porque encuentre cosas, atenta a mis visitas. Pero ya no la siento. Fueron los primeros cuarenta días, calculo. Así que ahora estarán en el cielo.

Ahora estoy enredada en la casa de ellos, en decisiones, en cuentas, en trámites, pero yo cuándo me hago un tiempo? Un tiempo para mí. Para escucharme. Para vivir una vida feliz.

Cuándo podré hacerlo? Cuándo llegará ese tiempo? O cuándo me haré el tiempo?

martes, 9 de febrero de 2021

Father & Love

 Una oportunidad. Es lo que te pido. Dios, escúchame, es mi papá.

Qué podemos hacer?

Existen los milagros?

Sé que sí.

Limpiale los pulmones por favor.

Dale otra oportunidad.

Que la nestemia grave, sea leve, o que la hayan diagnosticado por error.

Que el covid desaparezca de sus pulmones, de su cuerpo, y de este mundo.

Que los médicos y enfermeras lo curen con toda su luz, lo atiendan con cariño, con piedad.

Papá Papá que el milagro del amor y la salud se haga en ti, que los Arcángeles te den Asistencia Papá, y te puedas curar.

Dios te salve 

Dios nos escuche 

Que la Luz limpie todos tus pulmones, tu cerebro, tu aparato respiratorio, todo tu cuerpo, tu energía, tu mente, y te tengamos nuevamente con nosotros.

Te queremos mucho.

Te necesitamos.

Dios te bendiga, te ilumine y te salve Papá.

Te quiero Papá.





miércoles, 27 de enero de 2021

Cree en ti y arriesga

 Veo una novela turca. Me enganché cuando esperaba a Master chef, no es una excusa pero es la verdad.

Me hizo pensar cuando el corazón se endurece y no sentís nada. No recuerdo lo que es el amor. Y parece no interesarme.

Estar despierto, y estar dormido a la vez. Estar vivo y desaprovecharlo. Tener trabajo y quejarte. Tener salud y no cuidar tu alimentación. Tener sabiduría y no practicarla. Tener amor y no saber a quién dárselo. Querer cambiar tu pequeño mundo, y no tener la continuidad para llevarlo a cabo. Pequeñas postergaciones, mudos actos de cobardía.

Cómo enciendo el motor? Qué hago para poder creer en mí, y dejar de filosofar?

Un rato de sol debe entibiar mi corazón, sacudirme, hacerme abrir los ojos, darme valor.

P.D. : terminé de escribir esta nota, abro el celular y Juli me mandó por WhatsApp una historia de amor, de una mujer argentina en Nueva Zelanda. Qué lindo, no? Tendré que viajar entonces, cuando toda esta pandemia pase. Si no sale el sol aquí, saldrá del otro lado del planeta. Mientras tanto, se escucha por Aspen tv, la canción "Desearía que estuvieras aquí" de Pink Floyd. Es que este blog está musicalizado. Dj Argento!

lunes, 25 de enero de 2021

Juan y Pinchame fueron al río

 Me vacuno o no me vacuno con la Sputnik? Esa es la cuestión. Preferiría la rusa completa, la denominada Soberana. 

En mi trabajo está la vacuna, aunque no me la ofrecieron, pero me enteré de refilón.

Es que hoy escuché a Elizabeth Vernacci y a Humberto Tortonese que se contagiaron, y ellos se re cuidaban.

Lo seguiré pensando.

Hoy le ayudé a Julieta con una visualización, el famoso método de control mental del Método Silva. Lo hicimos para desactivar ese torbellino de su grupo de trabajo práctico de la facultad.

Le digo que cuatro mujeres hablan mucho, y los egos priman en las discusiones. Y lo expreso con base científica, nosotras tenemos una capacidad de cuadriplicar la fluidez de las palabras, en contraste de los hombres, más simples, más directos y hablan menos.

Encima 4, falta uno más para que desempate.

Espero que le haya servido.

Y de pronto recordé en el proceso de visualización, a la que guíaba con mi voz, que esa técnica la usaba al finalizar la sesión con mis pacientes. 

Memoria esmera, memoria no falla. Hay que volver al ruedo, tal vez alguien me esté necesitando.



martes, 19 de enero de 2021

Psicología barata, con valores auténticos

 Es difícil. Ganar dinero, al modo de ellos, retaceando.

Me pregunto qué haría si pudiera ser libre, escoger mis trabajos, mis oportunidades. Seguramente, algo distinto de lo que hago 

Batallar contra gente que no sabe de psicología, y que sólo mira el negocio. Pero no entiende. Ni quiere compartir las ganancias.

Es enero, y tendría que pensar en vacaciones, o estar en la playa. Pero el covid es tan restrictivo como mi cuenta bancaria.

Vivir tiene que ser como pintar. Usar los colores que quiero, probar los pinceles, y bocetar sin miedo.

Dios, ayúdame a pintar. 

viernes, 4 de septiembre de 2020

Dame otra carta

 Y hubo un día que me dieron un nock out. Caí en la vereda por mirar a un perro llorar y querer calmarlo con mis palabras. Ahí tropecé con una base de cemento con piedras en punta, vereda que si hubiera tenido baldosas hubiera sido más piadosa con mi cara.

Me falta aún tirar el I Ching para entender esto. Aunque los accidentes no tienen explicación aparente.

Estoy viendo una serie que te pregunta «¿Cuál es tu deseo?». Vivir en Brasil, junto a una hermosa playa, ver el mar todos los días, caminar por la orilla.

Ese es mi deseo. A veces me pregunto si estoy aquí atrapada en mi trabajo, en mi casa.

Un amor haría todo más lindo, aunque ya no es una demanda. No sé si está en mi lista.

Dios ayudame a recuperarme, y a elegir mi destino. A vivir concretando mis deseos, respetando mis vocaciones, y aprendiendo a dejarme amar, a compartir mi soledad, a confiar.

lunes, 22 de junio de 2020

Sillín nuevo, promesas nuevas

Conseguí el asiento de mi bici. Estoy feliz, creo que era eso. El coxis me duele aún, sin duda era el otro sillín. Vi unos videos españoles donde explicaban que un médico o kinesiólogo diseñó estos sillines con un canal o espacio hueco en el centro para evitar el apoyo de la arteria que produce los dolores del ciático. Algo así.
La cuestión que estoy feliz. Emanuel se ofreció a colocarlo, si no encontraba bicicletería, ya que muchas están cerradas o sólo venden repuestos, pero no hacen reparaciones por el covid.
Amo andar en bici. Por eso, esta noticia es enorme, bella y reconfortante.
Andar en bicicleta es tan lindo como patinar, esa sensación de libertad, de sol y cielo, de brisa y movimiento.
Lo qué debe ser manejar!

P.D.: no alcanzó con cambiar el sillín, me desperté en la noche por el dolor. Eran las tres de la madrugada. Opté por ponerme crema desinflamante, la que publicita Tevez con un caballo. Me desperté mucho mejor, pero la lesión es constante. Voy a tener que dejar de andar en bici por un tiempo. Estoy yendo al trabajo caminando, son ocho kilómetros ida y ocho de vuelta. Es que el colectivo en época de covid no es lo más aconsejable. Ojalá encuentren una cura, una vacuna pronto, o el virus mute y se haga benigno.

domingo, 14 de junio de 2020

Pies on the rock

Pies cubitos. El invierno se instaló en ellos.
Mientras miro tv pienso en lo que quiero hacer.
¿Hay tiempo para hacerlos realidad?
Tengo un desafío por cumplir... la famosa dieta.
Viajar, playa, sueños, radio, libros...
Flores de colores, hojas del otoño que se va, y la idea de que se pueden cumplir nuestros proyectos.

domingo, 17 de mayo de 2020

Bares del amor

He pasado la semana, exactamente desde el domingo pasado cuando me levanté, con el termotanque que perdía, un gran charco de agua en la cocina. Finalmente, hace tres días que han instalado uno nuevo, pero hay algo que sigue perdiendo. No sé si el plomero me está chamullando, pues ayer vino nuevamente y dice que los caños de arriba no pierden, y que el agua que brota como un manantial, de abajo de la torre de ladrillos grises, que están apilados como base del termo, quizá se deba a otra cosa, a los caños internos que van al baño. Bue... ¿me vio la cara de ingenua? En fin, tendré que subirme a la mesada más tarde, a ver si aún gotean. Son caños expuestos, así que no es tan difícil, ni tan enredado como para hacerme semejante verso.

La cuarentena se ha transformado en casi sesentena, y se calcula que esto va para largo, salvo que ocurra un milagro, una vacuna, o que el virus mute, se haga benigno o desaparezca.

Por suerte, hemos comenzado a trabajar en la clínica, y eso es un aliciente. En cambio, el trabajo de la tarde es escaso y a distancia, y no le he podido dedicar tiempo esta semana, porque averiguar un electrodoméstico hoy en día, que te quieren vender todo por internet (y entregártelo a los quince días), ha sido una odisea. Por suerte, conseguí un lugar donde pude entrar, elegirlo y llevarlo con ayuda de Agustín, el remisero que nos fue a buscar a Ezeiza en diciembre pasado, cuando veníamos de Brasil, y que resultó ser mi vecino que vive a tres casas, a la vuelta. La verdad que no lo conocía. Fue una peripecia meter el termo de ciento veinte litros en el auto y llegamos a casa, como dos fugitivos con una puerta del coche semiabierta, porque no había forma de que semejante armatoste cilíndrico cupiera. 

Tuve que dejar de andar en bici porque me duele el coxis. Así que esta semana me pasó a buscar Matías, con la fiorino, una pequeña ambulancia de la clínica donde trabajo. Es agradable charlar con él, pero siento que me falta hacer ejercicio. Cuando me recupere, tendré que invertir en un asiento nuevo para la bicicleta y añadirle un cubreasiento gelificado para que se amolde a mi cuerpo y evitar los dolores.

Hoy me pesé, y como ayer no hice torta, bajé a 79,1 kgr. Aunque bajar todos los kilos demás que tengo, es una prioridad que debo ejecutar sin chistar, sin peros, y sin retrocesos. Pues si voy a esperar enamorarme para que se me quite el hambre o la ansiedad, no se cuánto tiempo más pasará. Tiempo sin amor, es vacío y aburrido. Sabor tan cotidiano, que ya ni siento su ausencia. Creo que sólo un milagro de los cuatro arcángeles (Rafael, Gabriel, Miguel y Uriel) podrían traerme justo ese amor que ya es hora de que aparezca. Abracadabra... necesito sonreír por algo más que un pallet bien acomodado en mi terraza.

Ya no sé qué es ese estado amoroso, donde un mensaje, un hombre de carne y hueso se preocupe  por vos y te abrace, se materialice. O sea, que sea algo más que ciencia ficción. 

Anoche terminé de ver la miniserie "Valeria" en Netflix. En un momento, la protagonista escribe una novela, y su editora le aconseja que el personaje de su texto debe dejar de oscilar en indecisiones, debe tirar la chancleta, cortar con el matrimonio y jugársela por su amante. Valeria le explica que es una  decisión "muy difícil de tomar" dejar a su marido (que además, nunca la alentó en su escritura, y que tienen un sexo escaso y malísimo porque, cuando sucede, él acaba enseguida).

Bueno, cómo decirte que esas postergaciones, me hacen acordar mucho a mí. Ver pasar la vida, no concretar, no sentir ese gusto del amor que tanta falta hace, y que ya no hay cartas de menú donde elegir, porque todos los bares del amor están cerrados.

viernes, 8 de mayo de 2020

Sensaciones de libertad

Cielo celeste puro, distingo desde mi ventana, planta baja, léase. Lo más alto que llego en mi hogar, es a la terraza. Ayer he jugado a los "mis ladrillos" (o los rasty) con los pallets. Volví a sacar uno que le falta pintura, y con cada lluvia pienso cuánto se estropea, y lo cambié por uno pintado de rosa, fucsia matizado con un blanco apenas entintado de estos tonos románticos. Es decir, mi terraza tiene sus barrotes de hierro en forma de caño horizontal, pintados de blanco, pero no sólo pasa el viento, sino que te conviertes en el escenario perfecto de toda la manzana. Entonces, una colección de pallets que he ido recolectando y pintando de distintos colores conforman una especie de tapiales, y el resto se han convertido en sillones o reposeras gigantes (sólo por superposición, sin ningún tornillo o clavo, montados sobre ladrillos grises huecos, que me permiten barrer abajo). 
Cuando hago esta muralla china, más bien, morenense, es como jugar con los "rasty" o los famosos "mis ladrillos". Pues, es todo un arte encajar los pallets, con otras tablas que tengo y pequeños trozos de madera, para que no los mueva el viento, y la muralla me de cierta privacidad e independencia de la ciudad que nos va envolviendo.

Vuelvo al piso de abajo: fondo celeste con recortes de un edificio de cinco pisos, y de las tejas vecinas, es lo que distingo además de mi patio de dos metros que separa el living y mi dormitorio, de la casa vecina. O sea, estoy media internada aquí abajo, y ver un trozo de cielo es un premio que cualquier terrestre se esforzaría por ganar. 
¿Por qué veo el cielo desde acá? Porque fue el año pasado, cuando vino Horacio, amigo de la infancia, a arreglar la persiana, que ya no tenía retorno, estaba algo rota y se trababa. Descubrimos que si la levantábamos a tope, podía ver el cielo desde el living. Entonces, le dije "¡Saquemos la persiana!", y  un pedazo de sol y de hermoso cielo, se convirtió en la pintura exterior de un Monet que no tiene precio. 
Es que vivo en un ph independiente, y el terreno que me pertenece  tiene forma de letra C mayúscula (desproporcionada): un patio y un garage transformado en consultorio adelante, luego un pasillo que conduce a mi casa en el fondo. Ese pasadizo de dos metros de ancho, está bordeado de canteros con plantas; tomates, malvones rojos, jazmín, lazos de amor, lirio de un día, y un aloe muy erguido que remata con una mesada y pileta, que se enmarca con un hibiscus de flores rojas que hace pareja con una glicina que desborda de flores violetas claras o lilas en primavera y verano.

La terraza funciona todo el año menos en verano, donde las temperaturas la convierten en un asador viviente, intolerable para los humanos, y para las plantas que debo bajarlas en cada temporada. 
Vivo aquí desde 2011, y el piso exterior  de ese sector es una cuota pendiente. Averigüé sobre las baldosas atérmicas, esas que se usan para los bordes de las piletas (piscinas, se dice en otros países). Pero cada baldosa pesa 15 kilos y además hay que hacerle una carpeta de cemento. Puede que sea mucho peso para este techo.

En un libro de bricolage, encontré que con paños de fibra de vidrio disminuye el efecto de la temperatura. Pensé en colocarle eso al piso y arriba una cerámica. ¿Será posible? ¿O caminaré en un techo muy esponjoso? 

Estoy contenta, ayer fui a trabajar. Es el tercer jueves. Si bien genera un estrés, por todos los cuidados: antiparras, barbijo, guantes, salir de casa hace bien. Sobre todo el viaje en bicicleta, ocho kilómetros, cincuenta minutos (a veces menos), pues no puedo ir tan rápido ya que debo ser cautelosa con el tránsito. 
Andar en bici es una sensación de libertad, como nadar en el mar, como remar en el río de mi club de Jaurégui, como caminar en la playa. 
Son esas sensaciones de paz, de inmensidad, de movimiento, de contacto con la naturaleza, sin intermediarios. 

Anoche Fabi me pidió un video para el cumple de Flavia, una compañera de primario y secundario, que se mudó a Santa Rosa, La Pampa. Iba hacer un saludo común, pero al toque me puse a escribir algo, una poesía "cómica", que comenzó con la música de una armónica, soplando como mejor me salió, para darle un toque de show. 
Esa experiencia de escribir una rima, de soltar la creatividad en un instante, fue tan divertido como enriquecedor. 

Es que hace unos días encontré algunos instrumentos dormidos en un cajón del consultorio, y los traje a mi casa. Los puse sobre este escritorio, a modo de decoración, pero con esperanza de ser usados. Dos flautas, una armónica, un par de castañuelas y una pequeña media esfera hueca de madera con unas teclas de metal que me regaló Tere en mi cumpleaños, creo que era el número 28.

La guitarra y el bombo quedaron en la casa parental, pues me traen recuerdos de una infancia y adolescencia algo movida, con algunos grises y vaivenes, como a la mayoría nos ha pasado. En mi caso, pelear por mis derechos, era una rebeldía constante. 

Toqué la guitarra desde los 5 hasta los 17 años, y después la archivé. Después de mucha práctica logré tocar canciones sólo de oído, y compuse un par.

Con la era tecnológica actual, es una tentación un teclado sintético que se ganó mi madre hace unos años. Y si bien ella, nunca lo ha tocado, se niega a prestármelo, y yo me muero por probarlo, por ver si puedo usarlo o componer. 
Es que la serie "La reina del flow" me inspira. ¿Será tan fácil componer canciones como escribir poemas? Lo hacía en la adolescencia, cuando me enamoraba platónicamente, después dejé el género poético porque mi etapa de delirio amoroso, había pasado de las letras a la acción directa.

Siento que el arte es eso que brota de tus manos, de tu boca, de tu imaginación. Es un caudal de potencialidad que se empieza a armar como una ola, desde mar adentro, y que frente a ella, tenés dos opciones, las dos divertidas. La más suave, es saltearla y usarla como un tobogán (ascendente y descendente). La más jugada, es dejarte arrastrar con toda esa fuerza que te lleva hasta la orilla, cuando la ola rompe.
En general, prefiero la primera, por eso, cuando quiero acordar, estoy mar adentro, muy lejos de la orilla, disfrutando de pasar las olas antes del rompimiento.

Esas sensaciones de libertad, de naturaleza, cuánta falta hacen en esta cuarentena.

martes, 5 de mayo de 2020

Amor en una galleta sin mensaje

Me levanto con entusiasmo. Paso por el minipimer mandarina, banana y agua, mi licuado preferido. Preparo un café, recordando a Andy y la anécdota de las cabras saltando al probar los granos (así descubrieron el café hace muchísimos años). Antes tomo los polvos mágicos, una medida de cada uno, a saber: citrato de potasio, citrato de magnesio, colágeno y vitamina C. De éste último pongo media medida, pues me está quedando poco, y en esta época de cuarentena, que ya es demasiado larga, hay pocos morlacos y no da para ir hasta Avellaneda a buscarlos. Omití algo, un pecado: le robé a mi hija un trozo de la torta de chocolate que hice ayer a la tarde. Se ha acabado la harina, me debato si ir al mayorista a comprarla o hacer la dieta sin gluten que he probado en este último año varias veces. Aunque sigo con el mismo peso (o más). Lo único que me hace adelgazar es enamorarme (pero con correspondencia).

Mientras escribo hablan de la duda, la que te paraliza para hacer todo. "Lo que digo que voy hacer, lo hago, y lo que empiezo lo acabo", decía el abuelo andaluz de un psicólogo español que estoy escuchando en la radio (Fm Metro 95.1, Perros). Dice que ese lema entrecomillado, es la única forma de luchar contra la duda. Está bueno, pero uso Flores de Bach para contrarrestar eso: la incertidumbre, la duda que te deja oscilando, y nunca acabas, no defines, postergas. 

Dice que probemos temporalmente hacer algo, por ejemplo, volverte vegetariano (yo me lo banco un día, la verdad, después termino comiendo porquerías, para suplir lo que me falta).
Aunque dejé los lácteos y me está doliendo el coxis desde que voy en bicicleta al trabajo (y no voy mucho pues he ido los dos últimos jueves, desde que el covid nos tiene encerrados).

Vi la serie "Casi feliz" este finde. Reí, disfruté, pero lloré un poco cuando terminó, por el mensaje que da el autor, Seba, a quién escucho en "Metro y medio" en la radio citada. Resolver los problemas del pasado. Sí, los resolví a mi manera, los archivé, ya no pienso en ello. Pero no me he vuelto a enamorar, a formar pareja, desde esos años. No porque no he querido, lo he intentado miles de veces, pero nadie se compromete en estos tiempos. Todo es lavado, intenso, intermitente, fugaz, como un cometa hermoso pero que pasa lejos. Inalcanzable.

Ya me resigné, no lo lamento. Pero me he vuelto indiferente quizás. Ya no intento. Descreo. Todo pasa a lo lejos, no a mí. Guauuuu, parece el tema de Cantero, lamento boliviano.

Hoy escuché una historia de marcas de galletitas, historia de infidelidades, de amantes, de amores defraudados, de hijos, de atentados. Eran los dueños de estas fábricas que bautizaron con los nombres de sus parientes y amantes a cada creación dulcera. Esas marcas tan definidas, eran la hija de..., la amante de..., el marido de..., etc. O sea que cuando masticabas esa golosina, estabas deglutiendo historia amorosa (legal, escondida,  o furtiva). Esas legendarias historias acabaron con nombres de golosinas muy cotizadas para nuestros paladares. Es que parece que el amor está en todo, hasta en nuestras elecciones de sabores dulces que se acaban en un instante en paquete pequeño.

Dice la psicología cognitiva: Sí controlo mi pensamiento interno, lo que nos decimos, controlo mis emociones. O sea, si tengo el mejor diálogo posible conmigo mismo, me importa un huevo todo.
Creo que me estoy llevando demasiado bien conmigo, entonces.

sábado, 18 de abril de 2020

Necesitamos un milagro

Viernes a la noche. Me acordé de lo que hacía hace un par de meses a esta hora. Tomar un café al aire libre, un helado, con amigos, con el rocío y la brisa clásica de esta hora.

Hoy es impensable. Aquí recién empieza todo. Hoy vino el aguatero con su máscara tipo soldador, y yo le abrí con mi tapabocas-nariz-mentón.

El jueves tengo que ir a trabajar a la clínica. Que Dios me proteja, además de que tendré todos los antifaces para cuidarme.

Arcángel Miguel por favor, ayúdanos. Necesitamos un milagro.

Que las estrellas de esta noche, nos envuelvan con su brillo, y que los besos que todos esperamos puedan posarse en nuestros labios como las alas de los Ángeles que están esperando que les pidamos su asistencia, su protección y su cuidado.

miércoles, 25 de marzo de 2020

Coronavirus y dar el volantazo

No me puedo dormir. Es el efecto pandemia. No quiero ir a trabajar a la clínica, no quiero exponerme, para tomar tests para exámenes laborales.
Me preocupa por Juli, ella usa el paf por los bronquios.
Es un riesgo muy caro de correr.
Mi jefe no quiere que atienda a distancia.
Puedo quedarme sin trabajo, o sin cobrar varios meses.
Pero la vida está primero.

Esta noche Graciela Alfano transmitía en vivo. Muy interesante. Desde que está en el programa de Nico Occhiato conocí a otra Grace, humana, espiritual, culta, con cosas para transmitir y que yo puedo aprender.
Habló de que seamos felices, que salgamos de la comodidad.
Que demos el volantazo para cambiar la dirección de nuestra vida hacia la felicidad.
Me encantó la charla.

Quiero que se me vayan las contracturas y los dolores por hacer gimnasia, a través de  Instagram, con Ignacio. Lo conocí una noche cuando lo escuché haciendo Stand Up, y me gustó sus letras, su magia con simplicidad.
Hoy salí a hacer compras porque ya no tenía nada. No salía desde el viernes que tuve que ir a trabajar, a pesar de ser el primer día de cuarentena.
O sea cuatro días adentro.
Ya me acostumbré pero no pude comprar todo junto porque la gente estaba como loca y se habían llevado todo.

Pienso en qué necesario es tener una despensa en casa, un ahorro en el banco, y no vivir al día. Porque ahora me encuentro en ese dilema de la salud o la plata, del trabajo versus el covit19, de la supervivencia versus la economía.
No es justo. Pero quizás de eso se trate el volantazo de Grace, preguntarnos: porqué luchamos, cuándo priorizarnos, cuándo hacer algo distinto para ejercer nuestra esencia. De eso se trata ¿podré hacerlo?

sábado, 14 de marzo de 2020

Con la guardia baja

Hoy me quedo en casa, como es el slogan en España.
El coronavirus es una buena razón, ya que es lo aconsejable, preservarse.
Aunque hoy tuve que ir al trabajo como todas las mañanas.
Despierta desde las 4 am, porque me preocupa ir y volver en colectivo.
El tránsito es peligroso, lo sé.
Un tema guardar la bici, en ese pequeño patio donde la lluvia artificial de los aires acondicionados, me bautizan el asiento, el  manubrio o el guardabarros.

Me tomé todo el cuba libre. Quiero creer, porque el vaso está vacío.
Voy a descansar, mis ojos se cierran solos, pensarte entre sueños no tiene sentido.
Cuida tu guardia, o tu corazón.
Ve por lo verdadero.

jueves, 12 de marzo de 2020

Pecados de sinceridad

Picaporte,
Pasaporte,
Puertas,
Entradas,
Salidas...
Tan poco dura un sueño?

Derretir,
Mezclar,
Cocinar,
Creer...
Creer que la receta está equivocada?
O que el error es de la cocinera?

Papiros,
Cartas,
Leyendas...
Alguien que quiera leer lo escrito?
Que pueda perdonar
mis faltas,
no de ortografía
porque no las tengo,
sino de ansiedad,
de sinceridad,
de esperanza.

Un bombón
se come con chocolate,
con ganas,
con deseo.
Con esas ganas
te quiero comer a vos.

miércoles, 11 de marzo de 2020

Limpiate los lentes

Me voy a desquitar con este blog antes de dormir.
Esa foto me la baja. Calculo que la cambió porque el celu se me disparó a media noche del domingo. ¿Cómo si a mí se me ocurriría llamarlo? Ni crazy.
Y bue, más fácil para no sentir nada.
Juro que me había interesado, pero es difícil cuando te ponen en la vidriera los retratos de la familia perfecta.
No sabe con quién trata. No me conoce.
Alguna vez alguien podrá verme?

domingo, 8 de marzo de 2020

Mi Cuba libre

Acabo de cambiar el fondo del  blog. Está lleno de corazones. ¿Esto no es muy sentimental? pregunto en voz alta, y mi hija contesta: "¿Ese no es el punto?".
Claro, lo que ella no sabe es que a mí no me gusta exponerme.
Y este estampado me vende. Me delata, y a mí me cuesta mostrarme sensible.
Bastante  con lo que de verdad siento.

El viernes paseamos por toda la ciudad. "De boliche en boliche, me gusta la noche, me gusta el bochinche", decía una canción que escuchaba cuando tenía cinco años.
A la segunda disco, yo no estaba dispuesta a entrar. Me iba a quedar sentada en la mesas de afuera, frente a la cancha de River. Pero las chicas convencieron a la que vende los tickets, y entré free.
Es que no daba dos mangos por ese boliche. Y ahí estabas vos, mi cuba libre.

Un bombón médico, lindito, amoroso. Me dio vuelta la noche. Me sorprendió en charlas.  Un capricorniano que le sacó ficha a mi colgante de la llave. Alinear los chacras, dijo. Hasta sabía de los tests que tomo porque trabajó en medicina laboral. Para rematarla, practica aikido. Me mordí los labios para no contarle que mi primer intento de novela no publicada, se llamó "Amor y aikido".
Pero no todo tiene color de rosa como este blog recién actualizado. El muñeco venía con yapa, con sorpresa. Casado, tenían un acuerdo con su mujer, que cada uno es libre, que puede hacer lo que quiere. Con ella tiene dos hijos, de 8 y 12 años. Con la primera, su verdadero gran amor, una hija de 21 años, que vive en Cuba, y cursa tercer año de medicina.

Dijo que su pareja había salido, y que cuando ella llegó, él estaba despierto y con dolor de cabeza, que salió para despejarse. Yo no estoy acostumbrada a estas cosas,  ustedes saben. Para mí la fidelidad es algo espontáneo, natural, y se sostiene de genuino sentimiento. Si tengo ojos para otra persona, es que ya no me interesa.

En fin, intercambiamos teléfonos, pero no me da para escribir. Imaginate, tiro un mensaje y le llega a él, con la mujer al lado. No quiero importunar a nadie. Aunque lo pensé todo el fin de semana, y todas las ocurrencias de mensajes, se quedaron latente en la punta de mis dedos.

La otra cara de la moneda, es que si tienen ese convenio es posible que ya no haya nada. Sólo vivir juntos por lo económico y por la practicidad con sus hijos.

Pero la verdad me quedé pensando en algo. Imagino la escena de esa noche: la mujer se fue de juerga, con sus amigas, o con algún chongo y venía del telo. Él la vio llegar, rozagante, feliz, con alguna copa entonada. Y se sintió mal, algo no le gustó. No se lo bancó. Quizá ya no haya sexo entre ellos, o hacen el amor como algo mecánico o vacío. O si son perversos, se calientan con estos deslices. Pero este último pensamiento no me cuadra en este guión que pienso. Para mí, se rajó, vengativo, sediento, perplejo.

Se puede estar atrapado en un casamiento, o en una convivencia muerta. Y eso sí que es difícil. Salió a reventar la noche y se cruzó conmigo: caradura, espiritual, sensible. Con mis chistes, y mis preguntas directas. Por cierto, la diplomacia no es lo mío.

Me invitó a irme con él, era tentador, pero no quise. Aunque sí, me gustaría volver  a verlo. ¿Dios me permitirá hacerlo?
O más bien yo, ¿me decidiré a escribirle?

Sé que tengo que tomar decisiones, porque los dientes me están matando, me duelen y estoy con antibiótico. Y como dice Artemis, cuya serie/documental, vimos en Netflix este finde, "No hay tiempo para tener vergüenza".

viernes, 6 de marzo de 2020

Pasando el porte

Voy a romper el sobre. Ahí estás, mi querido pasaporte, el que irá de ensueños conmigo, cuando todo pase, me refiero al corona virus que está por varios países, y luego de que yo pueda ahorrar los euros necesarios. Quizá en un año, si Dios quiere.
Juli comienza el lunes su nuevo trabajo, cerca de casa. Se convertirá en una tenaz vendedora de autos. Así será más fácil proyectar el viaje.
¿Nos mudaremos realmente?

En el subte, un músico tocaba la canción «No  voy a parar» de Charly García. Canté y bailé con mis piernas semiestacadas. Una niña  vestida de rosa se acercó a escuchar asombrada. Busqué en youtube, y Charly me acompañó toda la caminata, con esa alegría made in Argentina, lo hice cantar miles de veces. Con él en mis oídos, el mundo era mío. Nada podía pararme.

 Hoy reunión en el depto de Graciela, viene Gabi y otra amiga de ella. Así que hoy abandono Santa Rosa (la avenida top de los bares y restaurantes del oeste). ¿Les conté lo del cuchillo? Bueno, como para escribir una novela. Cuento brevemente:

Viernes pasado, me pasa a buscar, como casi todos los viernes desde hace dos meses.
Amistad, surgida por amiga en común, digamos. Y por el mismo objetivo, volar al otro continente (ciudades distintas, ocupaciones diferentes).
Subo al auto, y a las tres cuadras me doy cuenta que no he pedido la Protección. Lo hago mentalmente, mientras él habla. Me lleva 15 años más, por lo menos, aunque está muy bien de chapa y pintura. Ustedes saben que me gustan los pendex, así que acá sólo amistad, charla y salir a tomar algo. Tranqui, porque no deliro ni tengo fiebre. Ni de sábado por la noche, ni de sexo, porque no me ha interesado nadie después de Fede. Sí, es mucho tiempo, pero así son las cosas.
Lo único bueno de este tiempo que luego de estar tomando hace tres o cuatro meses, citrato de magnesio, citrato de potasio, colágeno y vitamina C, he empezado a correr, y esto me ha generado mucha energía, entusiasmo, y un ánimo siempre arriba. Me parezco a esa Ely de antes, siempre a full, siempre contenta.
Y estos últimos viernes a la noche son como una práctica de citas, que hace tanto que no tengo. Prefiero estas charlas en los bares pintorescos, que el sonido estridente de los boliches, en donde me siento sola, vacía, y aburrida.
A veces solos (la mayoría), y en otras se suma alguna amiga de ambos.
Pero este viernes, apareció Sil, mi amiga, mi confidente. Llegó cerca de la media noche, ya que tenía una despedida de una colega, en un pub por ahí cerca.

Nuestras charlas se centran en el viaje a España. No sé si podríamos hablar de otra cosa, realmente no lo sé. En ocasiones, me hace notar que con su trabajo gana mucha pero mucha plata. A mí, esos comentarios me parecen propagandas de ostentación. Nunca me interesa lo que gane alguien. Y cuando escucho que un tipo chapea con lo material y con su sueldo, me parece un inseguro, un perfecto idiota, y alguien que me subestima, o que me conoce muy poco. Porque la tarasca me la gano yo. No necesito que nadie me provea, y no me impresionan las sumas de dinero. He trabajado en el Estudio, y sé los montos que se mueven por accidentes de tránsito, y lo que es un presupuesto por daño material.
La gente es muy tonta, prejuiciosa, y piensa que por la plata baila el mono. Yo sólo bailo por Charly García, entre otros talentosos músicos.

Cuando salimos los viernes, está todo bien salvo cuando me trae de vuelta, tipo 2 de la madrugada. Siento una incomodidad cuando me palmea la rodilla, por lo que intento apoyar mi mochila o cartera en la pierna, para que no me joda. No se zarpa, pero no me gusta que me toque con su mano grandota y pesada, me siento incómoda, y sobre todo, es absolutamente innecesario. Pero me da miedo, cortarle el chorro, ya que no lo conozco demasiado y no quiero ser grosera.

Pero hay una sensación, a la vuelta, que nunca falla, y es indeseable. Cuando la noche está desolada, y vamos por la calle que costea la vía, me da un poquitín de miedo. Sólo las sombras de los árboles tupidos saben de eso.
Después es llegar a casa, y saber que estoy a salvo, y que siendo viernes, por lo menos salí.

Pero la semana pasada, cuando estábamos en el bar, se dio cuenta que no tenía las llaves del auto, que las había perdido. En ese momento, Silvana ya había pedido su te, y nosotros que pensábamos tomar un café, como segundo drink, vino el mozo a comunicarnos que algo de la cafetera se había roto, y no podían moler los granos.
Él fue hasta el auto para ver si se había olvidado las llaves adentro. Volvió sin éxito.

Pedimos la cuenta, y fuimos los tres rastreando el camino como sabuesos.
En una parte del sendero, el césped era muy acolchonado, por lo que si la llave del coche se le hubiera caído, no habíamos escuchado el ruido.
Entre los tres hicimos lo imposible para iluminar el vehículo hacia dentro, para ver si la llave estaba puesta.
Silvana casi no tenía batería, así que mi celular funcionó como linterna. Yo lo apoyaba sobre el parabrisas, y ellos miraban por las ventanillas.
Silvana dijo claramente que las llaves no estaban puestas en el arranque, así que supusimos que estarían tiradas en el asiento, cuando él se volvió a buscar un buzo, metros después de que bajamos del vehículo.
Fue ahí que las dos lo vimos: un manojo de llaves (que eran las de su casa) sobre la alfombra del piso, bajo el volante, y al lado de ellas, un cuchillo de  tres centímetros de ancho, de mango blanco, creo.
En ese momento pensé: «¿¡Y yo volviendo lo más pancha, y el tipo con un cuchillo a sus pies!?».
¿Para qué lo quería?
«Es el cuchillo del asado» dijo sin que nadie le preguntara. Yo pensé «No aclares, que oscurece».

Él se fue a dormir a casa de su hijo, ya que no tenía cómo entrar a su domicilio. Para llamar al día siguiente al seguro, que con una grúa le llevó el auto hasta su taller.

Pues bien, nosotras nos fuimos caminando por las calles, llenas de pendejos y cervecerías, hasta encontrar un remis.

La pregunta es, si yo pido siempre la Protección a los Arcángeles y a la Madre, ¿por qué perdió las llaves? ¿Qué cosa yo debía saber?

Creo que si no está claro, por lo menos, las dudas se sembraron, sin necesidad de jardinero alguno.

Así que esta noche, aunque me cueste, y algo extrañaré, priorizo mi seguridad. Por algo, los angelitos están siempre para protegernos y servirnos. Sólo hay que pedirles. No te olvides. Pues si no les pedimos, ellos no pueden protegernos porque no tienen libre albedrío.

viernes, 28 de febrero de 2020

Pito Catalán

El aire acondicionado se monta en mi cuello como una catarata. No es el Iguazú, y ni siquiera estoy del lado brasilero, aunque lleve mi libro de portugués y practique todas las mañanas, cuando voy en viaje hacia el trabajo.

El pasaporte se supone que llegará el lunes, se ha atrasado la entrega con los feriados.

Esta noche salimos al bar de Santa Rosa, creo que los tres estamos unidos por el viaje, los trámites de ciudadanía de nuestros hijos, y las ganas de montar vuelo hacia un país que progrese, que nos respete, que nos ampare, no sólo en lo económico, en todos los aspectos.
Voy a estudiar catalán, parece que hay un centro en Castelar, y me queda cerca. Iba a llamar ayer, y me di cuenta que me había olvidado cuando me fui a correr. Estoy aguantando bastante, son cuarenta minutos a la plaza donde el tiempo de trote va in crescendo al de la caminata.
Correr me da entusiasmo, me energiza.
Cada vez querés correr más, y cuando estoy por parar, me digo: «Hasta la columna, o hasta la esquina» y todo eso va agilizando mis metas.

Hoy Palermo me devora en este Havanna que me invita el café, el conito azul metalizado, para que siga soñando y apostando, a una vida linda, a las nuevas posibilidades, a esos amores que ya no añoro ni demando.
Una Buenos Aires que tal vez extrañe, pero las ganas de ser nómade, me ganan.

viernes, 21 de febrero de 2020

Sabores madrileños

Hoy es el primer paso de muchos. Vengo a sacar el pasaporte.
Pero antes, un refugio, un café a solas con el mundo. Un conito y cookies de chocolate, como se dice ahora.
Después almuerzo con Diego.
También voy a inscribirme en un curso de informática, pero cuál? Hay tantos.
Juli tramita la ciudadanía.
Los idiomas son fundamentales.
A media cuadra, me crucé a una guía de turismo, hablando inglés, tarea que puedo hacer perfectamente si me pongo las pilas.
Llevo mi libro de portugués. Hay que saber un poco de alemán e italiano, aunque sea para saludar o decir gracias.
¿Por qué estos cafés solitarios me traen tanta paz? Sólo me pasa en microcentro, una atmósfera especial a oficinistas y encuentro.
¿Es el amor una posibilidad madrileña?
¿Estoy soñando o enfocándome en algo que va a ser realidad? Un matemático diría, hay que ver la probabilidad. Un coaching, te diría: «Just do it», como el slogan de las zapatillas que te invitan a entrenar, a creer que el mundo es tuyo mientras corres con el ácido láctico, brotando de tus piernas.

Pienso en Fede y en sus viajes. Sus cuadros, su fetiche comerciante.
He pintado los otros días, sobre unas maderas, a los que denomino la trilogía de la fuerza interna, de la suerte, de los deseos emergentes.
El más lindo es una pintura violeta con trozos de mica que me dio el tío Lionel una tarde junto a un río, quizás en Cruz de Piedra, no recuerdo bien. Este cuadro tiene la fuerza de Plutón, para romper con las ataduras y resurgir.
Luego hay otro, donde las gamas de los celestes como olas, camuflan nuestros dos carnets de Jáuregui, del club náutico El Timón, mi lugar favorito, mi pequeño escape de naturaleza y bosque, donde el río tiene la generosidad de cercar el borde derecho del club. Allí escolta mis chinchorros para que me sienta segura al remar. Mientras las pequeñas canoas de los niños, o los remeros expertos, pasen en este espejo fresco, divisando las tortugas recostadas en pilas de seis u ocho, cual cartas de un dominó, sobre los troncos que rozan el agua, en la orilla de enfrente.
Ojalá salga la beca, o pueda viajar y establecerme de algún otro modo, junto a Julieta, para que ella pueda hacer lo que le gusta, y yo también.
Alma viajera, hay mucho por recorrer.




miércoles, 5 de febrero de 2020

Muchas redes, poco contacto

Sacarse de encima, decir, desembuchar.
Dejar de hacer síntoma,
y hablar.
Creer en limpiarte
del rencor,
del dolor.
Saber que nadie es perfecto,
pero priorizarte.
Cuidarme,
antes que cuidar
de si se ofenderán.

Hoy pude largar el buche.
Decir para que me dejaran en paz.

Los supuestos amigos
son un adorno en el celular.

Amigos virtuales
escuché el otro día en una entrevista,
y me pareció extraño.
Hasta que asimilé
que está lleno de eso.

En la era de las redes,
la red no filtra.
Si nos vamos al fondo,
quién se da cuenta?
Nadie nos ataja.

Sí, estamos llenos de contactos
vacíos, en gran parte.

Amistad era cuando le tocabas el timbre a alguien,
y estaba o venía más tarde.

Adaptación no es mermar.
Sobreadaptarse es aceptar un contacto artificial?

¿A qué costo nos hacemos más insensibles los humanos?

La sensibilidad tiene su costo.
Quiero esos amigos de verdad. Y olvidar los pura máscara,
los pura oportunidad.


lunes, 13 de enero de 2020

Espera y planes

2020
Qué bien suena!
Afuera el sol, con un cielo salpicado de nubes a la derecha.
Un niño corre por la gran sala de espera.
Mientras escuché radio (Perros de la calle, Fm 95,1 Metro, Buenos Aires), y pispee a Fedecirulnik Instagram para mi salud mental, más otros Whatsap, uso de reposera la silla metálica mientras me apoyo en mi mochila dorada.
Se me van a cerrar los ojos en cualquier momento, soñaré con cambios, con encuentros, con Brasil, con divertirme, con esa cantidad de cosas que uno considera que debería hacer para priorizar cambios.
En cualquier momento es mi turno, no sólo acá, sino en esta vida con esos colores que necesito definitivamente poner.

lunes, 2 de diciembre de 2019

Transmutar la marea

Tengo que rescatarme.
Nadie lo va hacer por mí.
La amistad, a veces, es pura ficción.
Despegar, pedir a Dios que me ayude.
Los días tienen que tener otro color.
Debo salir del agujero interior.
Dame una pista... son fragmentos de canciones que me delatan.
Tengo que poder.
Necesito superar este momento, olvidar las decepciones, y que no me duela tanto todo.
El tema es que no se me nota, disimulo, pero la armadura se cae por dentro.
Me deschava el ruido de mis piezas oxidadas. Mi corazón está roto pero no de amor, sino de amigos que sólo están cuando te necesitan, pero se olvidan del feedback.
Y el dolor me atraviesa la garganta, derrama lágrimas invisibles que deben reciclarme.
Es preciso hacerlo.
Reconstruyete, liberate, respira, busca otro aire, implora a los Arcángeles Miguel, Rafael, Uriel y Gabriel que te ayuden urgentemente, que te asistan, que los necesitas con el alma.
Tú puedes

jueves, 17 de octubre de 2019

Escuchando música brasilera

Llueve en Buenos Aires, ya se está haciendo costumbre este cielo nublado y las veredas mojadas.
Cumpleaños de Julieta: 21. ¿Qué te puedo decir? Que llueve como ese día, tantas cosas.
Ayer fui a la clase de portugués, tengo tarea atrasada pero lo más importante es asistir, el intercambio. Las tortas de allá no me caían mal, la harina de trigo la compran en Estados Unidos, según la profe. Quiero vacaciones en Brasil, pronto, aunque en las costas del Norte hasta Salvador de Bahía hubo un derramamiento de petróleo y hay mucha fauna marina afectada. Peces, tortugas, empetroladas, aunque esto no se ha difundido en los noticieros argentinos.
Você sabe que lindo sería un amor en Brasiú, con muitos beijaos y un querer eterno? Habrá un namorado en alguna parte del mundo que me esté buscando?
Tomara!

martes, 15 de octubre de 2019

Rescate energético

Cuando todo parece estar a tope, a presión, aparece una estrella, un salvavidas, un rescate.
Millones de vibraciones energéticas viajan en este mundo. Se comunican.
Telepatía. Comunicarse de inconsciente a inconsciente, es la forma más directa.
Que esa liviandad, esa esperanza, ese equilibrio, te vuelva Juli.
Porque pronto se va a dar.
Fe es lo último que se pierde.
Es más, no se pierde, y si sucede hay que ir a buscarla.

lunes, 14 de octubre de 2019

Milagros llenos de fe

Si existen los mila
gros, te pido uno. Julieta está muy triste, mañana va hablar con Eduardo porque quiere renunciar. 
Quiero verla sonreír, y que le concedan su deseo.
Pasó la tercera entrevista, ahora sólo tienen que comunicarse y que la elijan para trabajar.
Es el milagro que te pido, Dios mío... nuestro, querido.

El alma es tierno cuando se es adolescente, a lo mejor por eso este momento le cuesta tanto.

Dios un deseo, liberación por un lado y una nueva oportunidad, por el otro.

Rosas del jardín, velitas encendidas, caracoles hasta de Francia, campanita, piedras, cuarzo, una foto con el legendario de la moda, Gino Bogani, currículum, la estampita de San Lorenzo, la Virgen que me regalaron en el Colegio Consolata, el retrato rosado de la Virgen de Covadonga de Asturias que me trajo Mily, margaritas violetas, forman este humilde altar, para pedirte por mi hija. Gracias!!!






jueves, 10 de octubre de 2019

Pipa... Brasil

Al final no llovió anoche, y no fui a ver a Fede. Sil llamó y quedaba un lugar en el primer piso. No queríamos que la tormenta nos sorprendiera a la salida, buscando uber a precios exorbitantes.
Lo siento Fede, iré a verte a «Mirá quién habla» cuando alguien me haga pata.
Estoy hinchando como un globo, es que me volvió a venir con la emoción del espectáculo al que no fui.
Juli sigue en carrera, pasó a la tercera etapa, Dios quiera que sea seleccionada.
Ayer falté a Portugués, diluviaba un rato antes, y cuando se hicieron las seis, salió el sol pero yo estaba sin bañarme, y con la tintura recién enjuagada.
Este shock hormonal natural, me sumó dos kilos de aire, espero desinflarme y volar al viento como una «pipa» de Brasil (pipa = barrilete en portugués), y que cuando deje de remontar caiga en los brazos de un auténtico garoto, un amor franco y verdadero.

miércoles, 9 de octubre de 2019

Reto al destino

¿Qué es jugarse? Ir a conseguir ese trabajo que tanto quiere Juli.
Otra que esa película, que cruza el ferry en zapatillas y se calza los tacos en la oficina. Por suerte estamos en otra época y tampoco es tan estricto, además a ella elegancia le sobra. Es un Libra puro con todas las letras. Tanto para estar bella como para tomar decisiones. Ayer estaba en Castelar eligiendo ropa, y me mensajeó para que vaya.
Nos recorrimos Arias y las calles aledañas de punta a punta. La calidad y lo novedoso mermó mucho en estos tiempos de erradas  macristas. El país está parado y hay mucha gente desempleada. Por lo tanto, los comerciantes cierran y los pocos que subsisten no invierten tanto.
Finalmente volvimos al negocio de siempre «Ríe», y se llevó un blazer canchero, sin botones, rosa pastel. Dos remeras básicas, una blanca y otra azul noche. Más otra remera corta blanca con detalles metálicos en los hombros, donde el ombligo saluda. Primera vez que se anima, porque le gana la diplomacia y la formalidad. Todo lo contrario a la madre, que es antisistema, antirreglas.
Cambiando de tema, una movilización interna ha producido un evento inesperado: mis hormonas siguen funcionando. Obviamente que tengo claro el motivo, todo psicólogico, platónico pero real para mi psiquis. Todo pendex me produce esto. Es que hoy vamos a ver un show de Stand Up, y el cómico tiene 37. Lo que es el amor, aunque sea una margarita volando en el viento... Es que me río sin parar cuando veo sus videos sobre los signos zodiacales frente a determinado tema. I love Stand Up, es el lugar donde aprendí a standapear. Pero... ¿dónde se aprende a amar y a volver a confiar?

jueves, 3 de octubre de 2019

Cariños sin tentáculos

Hacerse cargo. No debo seguir boicoteando, la bendita dieta. ¡Cómo me cuesta hacer caso! Tener conducta.
Ayer me divertí mucho en la clase de portugués. El modo imperativo es casi usual en nuestra forma de hablar, de eso se quejaba nuestra profe brasilera. Você poderia llamarme muito más seguido?
Você... Você...

El sol vislumbra un tenue reflejo sobre mi frente, que casi encandila mis ojos, hasta que el chofer reciba la orden de salida. El imperativo, ya se está produciendo.
A pesar de mis kilos demás me siento muy contenta.
Pero debo hacer algo por mí, que la dieta dure algo más que hasta mediodía.
He descubierto que este celular me escucha. El otro día le estaba escribiendo a Julieta, y lo pensé en voz alta, y las palabras justas que necesitaba vinieron una a una en el teclado, como magia.
Tan así, como esa sensación maravillosa de cuando alguien que te hace bien te escribe, te contesta, e intercambiás unas frases, unos saludos, y unas preguntas que limpian esa cavidad en que se aloja tu corazón, algo olvidado, pospuesto por tantas noches huecas de frivolidad y desencuentro.
Te necesito, podés escribirme más seguido. La tinta no se gasta, y mis manos no se parecen a tu viejo pulpo, sólo acarician y dan libertad.

martes, 1 de octubre de 2019

Amor sin estaciones

Llueve en Baires. En este momento ha parado. Juli tiene una entrevista de trabajo, pasar del derecho a la moda, para ella es un cambio importante.
Debo concentrarme en mí. Dejar de boludear, la dieta es hoy, la balanza me lo pide a gritos. Sólo le falta que hable.
Ya llegando al trabajo, necesito una musa inspiradora.
Un muso, mejor.
Un amor de primavera, que dure todo el año.

sábado, 10 de agosto de 2019

Esta vez voy por mí

Finalmente empecé la dieta, ya hace una semana. Bajé un kilo novecientos gramos. Ojalá me dure. Estoy viendo «Cuestión de peso», Peluffo lo lleva bien. Primero porque tiene tendencia a engordar y no se zarpa con la gente, los entiende, no los bardea y los trata con respeto. Es que la obesidad es una problemática muy delicada, y nosotros, los que tenemos ese problema, somos muy sensibles. Siento por primera vez que el programa me lleva como de la mano, me ayuda, y día a día, no quiero perdermelo. Hasta cambié los horarios para ya no atender a las 19.30 hs.
Anoche me encontré caminando y haciendo ejercicio durante una hora y media, mientras veía el programa. Es que llovió todo el día y me faltaba la caminata. Y como los participantes fueron a hacer actividad física por Puerto Madero, me incentivaron.

Vengo de ver a Ro. Pato es nuestra preocupación, cómo puede ser que esté internada en un psiquiátrico?
Rezaremos por ella, la hermana dice que no podemos visitarla porque no reconoce a nadie.

Mañana se vota. Ya es hora de que el gato se vaya a su casa. Ya lo aguantamos bastante.

Quiero ir a Río de Janeiro para mi cumple o para el de Julieta. Los flybondy ofrecen buenos precios. Espero hacerlo.

Averigüé las baldosas atérmicas para la terraza. Este verano tienen que estar puestas.

¿Y el amor? Esa es una chance que debo darme. Toda persona lo merece.

sábado, 3 de agosto de 2019

A volar

Netflix, bailar, pasar el examen de portugués, viajar, lograr esa factura electrónica.
Conocer gente, cuidarlos en silencio.
Buscar el amor y no encontrarlo. O si el más leve guiño de tinte amorosa se hace presente, huyo como un lobo.
Lobo solitario. O loba.
Deliciosos juegos de mente que no puedo aplicar a la vida real.
Miedo, indiferencia, frialdad... llamalo como quieras, pero es la mejor manera de esconder el corazón.
Nadie puede lastimarte con estas escurridizas estrategias que aplico.
Pero tengo que buscarte, encontrarte, hallarte.
Mi alma necesita tu llama.
Necesita encontrarle rumbo a la esperanza.

martes, 23 de julio de 2019

Un refugio en esta noche de invierno

Si no duermo, mejor que escriba.
El miedo se disfrazó de cansancio, de siesta, de panza hinchada.
No salí el finde pero igual levanté hoy lunes en la clínica. Y si bien necesito un hombre, también cualquier acercamiento serio, me paraliza. Es una cadena de eslabones tortuosos: ex, clavo, clavinios, y una serie de romances que no llegaron a buen puerto. El último, hace meses, con cosas bonitas y otras desagradables, qué sé yo...
Sé que tendría que ir a terapia pero me da fiaca pedir un turno, porque cuando me lo den, iré y ya se me habrá pasado. Pero ahora estoy que casi vomito del susto.
Tengo ganas de hablar con vos, pero se podrá después de tanto tiempo?
Necesito que el cielo de estrellas me abrace esta noche con su manto, que la luz de este cuarto menguante me cobije y que la vía láctea sea un camino que me conduzca a un cambio porque así ya no puedo estar... me está haciendo mal.
Necesito tu abrazo, prestado por un ratito, para calmar mis penas, para apagar las brasas de mi dolor. ¿Podés ser mi amigo esta noche?

martes, 9 de julio de 2019

Desde siempre

Primera vez que nos encontramos expresamente. No porque tenga que hacer un trámite y me quede de paso verte. Creo que eso estaba implícito en nuestra charla, cafe, I Ching, y esos caracoles blancos como reemplazo de esas antiguas monedas que no tengo. Aunque lo que sí, es antiguo, es esta amistad que nos une, con esa pincelada astral de eso que no decimos. ¿Qué es? ¿Por qué no podemos atravesar la barrera? ¿Es la costumbre de tratarnos como compañeros de Facultad? ¿Dónde se van esos sentimientos que no encuentran puerto? Es esa pequeña corriente del río que no es ola ni remolino, pero que permite el flotar. Ese embarco que no tiene destino preciso pero que se disfruta navegar.
Dejame hablar, y podes hablar.
No te vayas.

lunes, 1 de julio de 2019

Mozo: hoy dos copas

Tengo sueño, otra vez dormí poco, cuatro horas, como.Neustadt.
Almorzamos con Diego en un lugar precioso, que me recordó la casa de mis abuelos, en medio de la city porteña.
Incluso descubrimos una librería de usados que van a buscar unos libros de portugués que tienen en la bodega.
Los Salesianos colocaron un puesto de fiambres al lado.
El patio de árboles gigantes delataban el espacio de soles y sombras de un antiguo convento.
Degustamos el almuerzo entre nuestras anécdotas plagadas de intrigas, misterio y psicoanálisis. No podemos con nuestra rúbrica, los colegas hablamos como amigos, pero las pinceladas de tantas cátedras freudianas, siempre se nos escapan.
Uno enebra la aguja y otro da una puntada, así son nuestras palabras. Un rumbo de oraciones en busca de la felicidad y de la comprensión por el otro.
Lo quiero a Diego, desde hace tantos años, 1996, esas aulas que nos bosquejaron dentro de un gran grupo de amigos, que queremos tanto.
Hasta los mozos eran copados, o yo estaba en modo amable.
Volveré en diez días a buscar mi identidad, mi amor correspondido, mis libros de portugués brasilero, como los colores de estas uñas que quieren expresarse.
Es que perdí el dni. Otra cuota de energía mundana de la que debo deshacerme pronto.
Anoche busqué del garage un par de cuadros y los reciclé con la decisión de un huracán dispuesto a todo.
Arrollar con la energía divina toda esa oscuridad detestable. La gente se saca las caretas, y vos ves lo que no viste en años. Como un efecto dominó todas cartas van cayendo por rebote, y toda la ingenuidad la guardas en un bolsillo porque no podés creer tanta mentira. Tanta omisión. Y esta película, ya no me la trago.
Por suerte, hay gente valiosa, pura, transparente. Como el agua clara.

viernes, 28 de junio de 2019

¿Dónde estás que no te puedo encontrar?

Desvelada otra vez, 4 am y despierta.
Habíamos quedado en salir hoy con Gra, pero entre que no dormí y la probabilidad de lluvia, no sé qué pasará.
Pensé en armar un grupo gratuito en mi barrio, CON.P.A., Conductas para adelgazar.  Gratuito, obvio. Es que si sigo así, es para colapsar. Hoy 79,2 kgr.
Anoche me anoté para «Mirá quién habla», es mi oportunidad. De paso, eso me pone límite para cuidarme, no me voy a subir así al escenario.
La vida tiene que ser algo más que placeres inocuos, instantáneos, vacíos.
Sé que lo único que me quita el hambre y la ansiedad es estar en pareja. Pero tengo que reconocer que me paraliza la idea de engancharme y el sufrimiento.
Aunque no todo tiene que ser así.
«El poder del amor» es algo más que la canción de la película de «Volver al futuro», creo.
Dame una chance Dios. Alguien me debe estar buscando ahí afuera.

martes, 25 de junio de 2019

Lo que mi alma quiere

Nos desencantamos todo el tiempo. A veces es algo tan insignificante que no le damos importancia. Otras son nuestros amigos, y ahí te das cuenta que es necesario distancia.
El sábado fuimos a ver un show de Stand Up con Ro. La pasamos lindo, conocimos gente y te das cuenta que hay otras formas de socializar. Cambiar la onda, modificar el rumbo.
Ayer me pasaron un contacto para correr. El tema es que el sábado me tragué el picaporte de la puerta del baño, y me quedó una marca, me salió sangre. Pensé, alguien que
se quedó caliente de bronca por lo que le dijiste, ¿te puede mandar tanta mala onda? Pedí ayuda al grupo de secundaria, porque antes se me había trabado el lavarropas. Se me cayó la tapa del bidón del jabón líquido por detrás del tambor. Pedí a todos los arcángeles para poder destrabarlo y abrirlo.
Ya pasó. Lo sé. Pero quiero otro rumbo. Otro aire. El cielo puede esperar. Yo no.

viernes, 21 de junio de 2019

Sabiduría del I Ching

¿Por qué no hablamos antes, Sil? Si me hizo tan bien.
El equilibrio ante todo.
Hoy encontré por casualidad un libro de Lilian Too. Cuando vi la autora, no lo dudé ni un segundo, y lo compré.
La descubrí en una librería de Mar del Plata, una claridad absoluta para entender el Feng Shui.
Sin embargo, este texto tiene muchos temas nuevos para aprender. No habla del Feng Shui, sino de otros conceptos chinos.
De paso, como me había quedado la cabeza llena de culpas, sentimiento que no acostumbro a experimentar, excepto cuando me preocupa todo lo referente a mi rol de madre, opté por tirar el I Ching, dado que este libro contiene un capítulo al respecto.
El hexagrama 28, «El exceso» fue una buena respuesta, ya sólo con el título, en lo que me atañe a mí, y en toda la pelorata que escuché esta tarde. Es fácil juzgar desde afuera, tomaré algo de toda esa charla, pero no voy a tomar lo que dice esta persona, como la verdad absoluta, es fácil opinar. Cada familia es un mundo. Y este es nuestro hogar.
El hexagrama se convierte en 62, por sus dos líneas significativas: «Recuerda, quien no arriesga, no gana» y «No necesitas ser perfecto para triunfar». Y esto, mucho tiene que ver con Juli, conmigo, y en cómo veo la vida.
Para cerrar, este broche de oro, es el consejo del primer hexagrama, el 28, que me incita a avanzar, a evolucionar, y a soltar: «Mientras puedas ver la cima, continúa andando».

jueves, 20 de junio de 2019

Hijos del destino

Me estalla la cabeza de escuchar sermones. Tiene razón, en gran parte, pero quién no se equivoca siendo padre. Uso este término en sentido genérico. Ser padres. Guíar y soltar. Volar... hacer tu rumbo. Crear desde el sentido más auténtico. Ser vos. Hacer tu impronta. Sin que te importe nada. Hacer a pinceladas los bocetos desfachatados de tu vida. Creer y confiar en tu imaginación. La receta propia, sin receta. Porque nunca es igual, por suerte. Si no, sería muy aburrido.
Como en portugués brasilero: inventemos palabras. Para divertirnos, para hablar más fácil, para inventar un nuevo idioma. El idioma de la libertad.
Quiero que hagas tu vida, que seas feliz, que nos independicemos. Va con c, o va con zeta? ¿Cuál es la regla ortográfica que debo inventar?
Quizá que no hay reglas.
Y que escribas tu camino como te plazca. Sin condicionamientos, ni los de tu cabeza, ni el de mis opiniones, que ya no deben tener ingerencia.
Únicamente con tus pasos, con tu dirección, con tu brújula.
El viento debe correr a tu favor. Y que puedas sorprenderte con el clima. Sin pronósticos vaticinadores que se equivocan, y que rompen con toda esa intuición que es sólo tuya.
Sueltate. Te suelto. Déjame soltarte. Sé que lo quieres. Enseñame a hacerlo.

lunes, 17 de junio de 2019

Es hora de tomar el control

No desvíes tu objetivo, si es que lo tienes.
O por ahí, no tienes la fuerza para cumplirlo.
Porque tienes miedo, o porque es más fácil vivir a medias.
Hay que tener valor para ser como antes. Cuando estabas viva, y no te habías muerto por un tonto que te arruinó la vida. Pero ahí está el error: la vida no son dos años, más si ya pasaron veinte de eso.
La vida no puede desperdiciarse como venís haciendo. Desde arriba te ven, y se preguntan ¿qué estás haciendo?
Porque desperdicias el valor que tienes.
Porqué no te liberas.
Deja de lamentarte en silencio.
Deja de perder el tiempo.
Vivir es mucho más que ponerle las pilas a un reloj de leña.
Vivir es hacer de cada minuto, una honra.
Y cuidarte es tu responsabilidad.
 ¿O acaso no eres responsable?
¿Hasta cuándo te vas a seguir evadiendo?

miércoles, 12 de junio de 2019

Stand Up

Hermoso momento en la muestra de Stand Up en el Paseo La Plaza. En el Bar Terraza, donde fueron nuestras clases. Abril 10, de 2019.
Gracias a todos los invitados, gracias por tan buena onda.

viernes, 31 de mayo de 2019

Muchos otros

Vengo de Alco Villa Luro. Esta es mi primer semana y bajé un kilo y medio.
Fui a portugués, lo más lindo del viernes.
Mañana hago Stand Up en la presentación del libro de Sula. Hoy me decía que estaba emocionada porque voy a standapear.
Julieta el domingo hace su muestra en «Mira quién habla».
Estuvimos haciendo una tormenta de ideas para que salga lo más natural posible.
La autenticidad bordea con lo más sensible de cada uno. El asunto es metaforizarlo con humor.
Los viernes son un largo día de encuentros bellos.
Mañana espero divertirme y que salga todo bien.
Como dice López Rossetti, lo que sana es el vínculo con el otro. Y mañana seremos muchos otros.

viernes, 24 de mayo de 2019

Eu falare sobre moito cosas....

He vuelto. Me han traído. Mis ganas de estar bien, mis ganas de adelgazar. Todos los Alco son bienvenidos, hoy un nuevo lugar. Sin saberlo, es un club, llamado el Rincón Pampeano, las raíces de mi padre. Mi papá que está enfermo, él que es como un roble, espero que sane, que no sufra más.
Esta semana comienza una etapa nueva, desde ahora, cuando llegue a casa, no más comer demás. No distraerme con lo que me hace mal.
En el tren, un joven me ha hecho darme cuenta cuánto necesito un hombre. Ese tanto, tiene una cifra definida: mis kilos demás.

Hoy en clase de portugués éramos poquitos. Aprendimos los verbos, ahora todo tiene más sentido.

Me río porque en Alco me engancharon con la segunda coreografía, a dirigirla. Los persuadi diciendo «No creo en las coreos... sean libres», y me encantó bailar, dar unos alaridos, con la cumbia de Gilda que nos convencía a que vivamos y disfrutemos, todos los momentos como el último. Todo con sabor a alegría.
Así que espero volver la semana próxima, con unos kilos menos.

Me causa gracia porque Sula ya arengó en el grupo de Whatsap, que en la presentación de su libro, va haber Stand Up. Claro, ella tira el anzuelo, total, la sorpresa, es que lo hago yo, y estoy contenta.
Voce esta feliz? Eu tamben

sábado, 4 de mayo de 2019

Aprendiendo otra lengua

Hoy no estabas. Extrañé verte. Hacía mucho tiempo que no iba.
Estoy aprendiendo portugués, hoy mi segunda clase. Realmente estoy feliz, en esas tres horas de los viernes a mediodía, es como estar de vacaciones, estar en Brasil.
Hoy nos explicaron que en una familia puede haber hermanos de distintas razas, por la gran mezcla que hay. Obviamente que me acordé de tu hijo. Ojalá estés allá para cuidarlo, para hacer una vida hermosa junto a él. Una vida sana.

domingo, 14 de abril de 2019

Micrófono en mano

«Locas por las compras II» y nos quedamos cortas. Fuimos con Julieta a los outlet de Palermo. Compré colores discretos: dos chalecos inflables, uno color cobre y otro plateado, aunque sin «Volver al futuro», porque los usaremos pronto, con las primeras frescas.
También una parka rosa fuerte para subir la potencia.
Juli fue a la tonalidad del azul: una campera de jean, con estampado tipo camuflado de la selva, matizado con blanco, y unos pantalones elastizados azul eléctrico, con betas curvosas de pigmentación más intensa.
Después nos fuimos al bar, en el que estuvimos ayer con Ro, con quien después de meternos en todos los negocios de pilchas, merendamos.
 Yo que ni quería mirar, compré, y ella se contuvo porque en unos días se va a Playa del Carmen con toda la familia.
En el mediodía de ayer, almorzamos con Pato. Ro estaba en contacto con ella, y al final redondeamos el encuentro, después de varios años.
A la noche, fuimos a bolichear con Graciela, y su nuevo novio. Quedamos en que el viernes, vamos solas.
El Stand Up me hizo ponerme las pilas con la dieta, después de ver las filmaciones.
Aunque el Stand Up es mucho más que eso. Es un giro de 180 grados.
El miércoles fue la muestra. Mi debut con otros cuatro compañeros. Pasé en tercer lugar, casi se me sale el corazón antes de entrar.
Los cinco estábamos abajo en «camarines». La onda que se había creado era estupenda. Nos apoyabamos, bromeabamos, y estábamos fundamentalmente «cagados en las patas», salvo Franco que había debutado el miércoles pasado.
Yo me bajé medio frasco de Flores de Bach, atrás del telón. Rescue Remedy era la fórmula.
Realmente salió increíble, muy bien, muy lindo. La gente se rió mucho. Y yo disfruté plenamente.
Los años de hacer radio me ayudaron mucho en este debut, me dieron soltura, espontaneidad e improvisación.
Tuve la dicha de que fueran representantes de cada grupo. Sula, de los escritores. Clarisa, Ro y Sil, mis amigas y los recuerdos de los boliches. Fabi, Mabel y su hijo Federico, en nombre del Parro (la secundaria). Peter y Marce, de la Facultad. Julieta, mi hija, y un grupo de su curso de Stand Up.
Ni hablar que a todo esto, estaban mis compañeros de Stand Up, o por lo menos, los que quedamos (muchos fueron dejando mes a mes).
El domingo de Pascuas estaremos en otro bar-tatro, llamado «Mirá quién habla». Nos tienen que confirmar horario, porque hay tres shows.
Una etapa nueva comienza en todo sentido.
Aparte, empiezo el curso de portugués en menos de dos semanas.
Estoy feliz, gracias Dios por esta oportunidad.
Gracias por este grupo loco de Stand Up en el que me tocó estar. Creo que vibratoriamente, estábamos marcados para encontrarnos en esta vida.
Uno nunca sabe dónde va a descubrir nuevas respuestas a sus prejuicios.
El Stand Up no es sólo reír, es repasar tu vida, y a la vez, la oportunidad de dar un mensaje.
Amor, alegría, diversidad.
¡Cuánto tiempo recorrido para llegar a esto!

miércoles, 3 de abril de 2019

Sacados de eje

No me puedo dormir. En una semana es la muestra de Stand Up. Mañana debutan unos compañeros. Esta noche terminé de escribir mi monólogo. Lo hice más suave, no tan directo. Por lo menos, para empezar en público, está bien. Ya que mi clase, escuchó bastante.
Tengo que invitar gente. Merlo sigue siendo el centro de todo. Pero me animaré a contarle a otros amigos. Y bueno, quién sabe, «La culpa no es de Colón» me han ayudado a continuar, cada vez que he pensado en desistir, me crucé con este programa en la tele: cinco mujeres que hacen Stand Up grupal. Muy copadas.
Igualmente, en mayo, me inscribiré a un nuevo curso con el profe de Julieta. Para aprender más, y parece que Ro se prende.
En algo más de tres horas tengo que levantarme. Mi cabeza no para. Ovejitas, vengan a mí, así me duermo.
Sin duda, el Stand Up es una de las mejores terapias. Te hace reír cuando escuchas, salvo que toquen temas que te jodan. Y te hace reflexionar, cuando escribís lo que te pasa. Además de la creatividad, que pone a producir tus neuronas.
Por otro lado, este curso, al grupo humano me refiero, me ha abierto la mente, roto prejuicios, me dio más libertad, aunque no esté de acuerdo con muchas cosas que hacen, me ha flexibilizado, emocional y espiritualmente hablando.
Brindo por ellos!

sábado, 30 de marzo de 2019

Decime qué se siente

Cena con una amiga después de dos años.
Ahora en bondi hasta casa. En la pizzería me dio frío, me puse la camisa blanca y roja que compré en la playa de Canasvieiras y brille como un semáforo cuando crucé todo el restaurante para ir al baño. Me sentí una modelo de New York pero en Villa Luro.
Hoy me ratee de Alco, y me fui a un bar a escribir el monólogo que debo decir en la ultima clase de Stand Up, este lunes.
Recién te recordé y quizá ya estés en San Pablo. Me da gusto que sigas con tu vida.
Tuve la suerte de conocer ese país maravilloso y ya me quiero mudar. Desayunos riquísimos, playas bellísimas. Nadamos muchísimo. Aprendimos a viajar. Fuimos «Locas por las compras» en los shopping. Nos bendecimos por esa lluvia hermosa que no moja, pero acaricia. Nos encantó lo práctico y directo de la cultura brasileña. Su sonrisa y su predisposición nos sedujo hasta el último momento.
Queremos más de allá, pronto volveremos.



martes, 12 de febrero de 2019

Por un buen remate

Anoche el grupo de Stand Up me dice que tengo que escribir un libro de autoyuda. Les digo que ya lo publiqué. Me piden el nombre y sólo les prometo llevarlo la próxima clase, pues si googlean el título, llegarán a este blog. Mi rincón privado. Así que algo tengo que resolver con esto. Separo el libro del blog, aunque hoy reescribiria algunas cosas, sobretodo dejaría de mencionar algunos autores que resultaron un fiasco: hablaban del bien, cuando abusaba de poder manoseando a sus compañeras de trabajo.

El curso de Stand Up es muy heterogéneo, y me ha abierto la mente a muchas cosas.
Agradezco estar ahí, es una pila muy grande. No sólo creativa, sino de humor, de pensamiento, de actitud refrescante.

Tengo que llegar a casa y ponerme a ordenar. Hacerme, por un momento, la Marie Kondi, ficcionar con que mi signo zodiacal se apodera de mi ser, y representa ese Virgo métodico que no soy nada en absoluto.  Y continuar escribiendo hasta que mi monólogo se jacte de este cambio de 180 grados. Pasar de lo mental al papel, de la hoja a la voz, y de allí al escenario.

lunes, 4 de febrero de 2019

Motivación en los pies

Me divierto, me río y me lleno de energía. Y lo principal, voy por mi objetivo. Se puede. Con el grupo es más fácil. Gracias Alco Liniers! Todo por adelgazar, saludablemente. Grupo: los quiero!

domingo, 20 de enero de 2019

Plaza Serrano: humor y confesiones

Con el Stand Up comienza una nueva vida, así lo dijo el profe, lo comentó como su propia experiencia.

Salí antes de las cuatro para ir a Alco Liniers, bajé medio kilo. Y fui a encontrarme con mi grupo de Stand Up a las ocho de la noche en Plaza Serrano. Viajé con la hinchada de River en el 28, a tope con los cánticos.

Empezamos en un pub a la calle. Se habló de todo, trabajo, sexo, etc. Cuando el tema de las drogas se puso pesado, ya me quería ir. Por suerte, entramos a jugar al pool y se terminó el flasheo de los consumidores.
De ahí partimos a una cervecería al aire libre, hermosa. Patagonia. Nos sentamos en unas gradas hasta que se liberó una mesa. Jugamos al shenga, unos rectángulos de madera con los que hacés una pila y vas sacando de a uno, lo llevas arriba hasta que la torre se cae. La prenda, un pico. Zafé, aunque me quisieron encajar una prenda, de rebote. No acepté, porque «No, es no», como dijo Vivi, y la verdad que cuando bese quiero hacerlo porque lo siento, y yo lo decido.
Salimos de ahí en busca de un boliche. Mientras caminábamos se sucedían charlas, confesiones y chamullos de todo tipo. Nuestro grupo es muy heterogéneo, y los intereses sexuales se debatían entre susurros, directas e indirectas, y miradas de reojo.
Fuimos a un pub de tres pisos, hermoso, lástima el nombre: «Rabia». Bailamos, un par de brasucos me pararon para leer mi remera. «La vida es bella» en francés.
Dejé mis intereses amorosos por mis temas éticos: un par están buscando ser padres y podrían formar una pareja. Si no, me hubiera atrevido con esos ojos verdes, de mirada bella.
El último lugar fue una hamburguesería que nos llevó en su camioneta, el de los bellos «faroles». Su mirada denotaba cierta resignación por no haber «ganado» esa noche. Él y dos chicas me hicieron pata, ya que mi hija salía del boliche de enfrente. Deboramos y se despidieron. A los cinco minutos llegó Juli. Desayunó y partimos en Uber. Lo que nos partió fue la tarifa, excesiva por la hora pico.
La tormenta de verano pasó a la historia.... todo es más fácil con un grupo de amigos.